¿Cuáles son los puntos en común entre un niño con dificultades escolares, un empresario enfrentándose al fracaso y una persona que sobrevive en lugar de vivir su vida de forma plena y satisfactoria?
Aunque a primera vista los tres perfiles pueden parecer muy distintos, existen características que los unen. Los tres pueden experimentar altos niveles de frustración debido a la falta de progreso en sus respectivas áreas, vivir con miedo al fracaso, incertidumbre y sentimientos de baja autoestima. Probablemente la consecuencia de este sufrimiento será la desconexión emocional o desmotivación ante la carencia de las herramientas para manejar la frustración de manera saludable.
En resumen, los tres comparten una sensación de estancamiento, frustración y desconexión que puede dificultar su progreso y bienestar. Los tres perfiles podrían beneficiarse enormemente de contar con apoyo emocional o profesional.